En días de mucho calor podés salir a caminar por el centro y bañarte con el sudor de los edificios y enfurecer sin consuelo. En esas gotas puedo oler las acciones de quienes gastaron ese aire. Los más respetuosos ponen botellones que vacían una o dos veces al día.

Índice de calidad del aire hoy en Córdoba, 66, moderado.

Un concierto de pajaritos calmará el trayecto abrumado.

El Jardín Acondicionado de la Infanta Savia

Por varios días saldría desde el CCEC con un carrito de supermercado a recolectar las botellas que encontrara por la peatonal. Fue suficiente con sólo un recorrido, pasando por plaza San Martín y dirigiéndome por la 9 de julio hasta la cañada. En una tarde de verano, en menos de 10 cuadras, se pueden encontrar los recipientes necesarios para construir un jardín.

En el INTA me dieron las semillas para el huerto de la colección otoño/invierno 2010 región pampeana norte urbana. Sabía que no todas podrían crecer en espacios tan mínimos y en condiciones tan extenuantes, pero quise ver la fuerza de la naturaleza. Tal como experimenté durante varios años en la terraza de mi edificio, si éstas no resisten, aparecerán otras que aprovechen esa tierra.

En el vivero de Parques y Paseos de la ciudad pude elegir algunas de las especies cultivadas para poblar los espacios verdes.

En mi jaula de tender la ropa, creció hace tiempo, un cafeto, en un poco de tierra que la lluvia amontonó. Tal vez fue algún pájaro quien lo sembró. He visto palomas, gorriones, golondrinas. Escucho por las noches a los murciélagos. Aloe vera, cactáceas y suculentas a parte de yuyos con florcitas amarillas mudé en tarros de leche en polvo y de duraznos en almíbar.

Estoy rodeada por edificios en construcción. En sus contenedores encontré los tachos de pintura vacíos para las plantas con raíces más grandes.

La pintura vegetal es una composición viviente en mutación. Hay sectores de diversas densidades, hay predominancia de verdes que resaltarán sobre el rosado de los muros y que cubrirán el negro de las rejas para buscar la elevación a través del tiempo. Los aromas se condensarán en su propia abundancia.

El agua expulsada por el aparato de aire acondicionado de la mediateca se recolecta en bidones de plástico y luego se distribuye con mangueritas para alimentar las plantas.

El horizonte está escalonado y esas aristas rectas han cortado los árboles que sostenían los nidos.

Dentro de estas ventanas enrejadas al estilo español se cultiva un deseo musical fuera de la sordidez urbana.

Quienes pasen por el Jardín Acondicionado de la Infanta Savia que crece en el frente del Centro Cultural España Córdoba podrán encontrarse con la metamorfosis de elementos residuales.

Quienes ingresen a este espacio virtual podrán escuchar el sonido que imaginé en intentos de supervivencia, un paisaje vivificante donde incluyo el canto de aves en peligro de extinción.

Isabel Caccia

Marzo de 2010